domingo, 24 de abril de 2016

LA COLECCIONISTA DE MUÑECAS. - Por P.A.A.

Todos los domingos acudía al mercadillo, ese día fueron unos pequeños muñecos negros viejos tirados en el suelo los que llamaron su atención. Eran tres, con cinco euros fueron suyos. Llegó a casa, un baño de espuma, una restauración y el principio de un proyecto solidario. La recordaron a sus pequeños niños de Madagascar donde viajaba de cooperante en verano. Los vestiría con lo que le gustaría que fueran, uno de ellos, un guapísimo colegial con uniforme, el otro que le faltaba una pierna, un impecable enfermo con un elegante pijama en un hospital bien atendido y el tercero sería un bebé con un buen biberón en la mano de papilla nutritiva. Repitió la visita y la colección fue aumentando. Esta vez fue un muñeco de tez negra pero de pelo blanco al que le vistió de abuelo dispuesto a jugar la partida en una residencia, a una madre que vistió de cocinera con una cazuela no solo de arroz sino con muchos ingredientes, carne y pescado. Un apuesto muñeco con rizos mulato lo trasformó en agricultor con un vistoso mono verde de trabajo. Pasaron los meses y los acontecimientos llegaban, la siguiente fue una pequeña muñequita con coletas a la que vistió con un buen salvavidas y no viajaba en patera sino que un buen barco de juguete la trasportaba. Llegaron los terremotos, dos hermanos negritos con ropa de abrigo fueron tapados con unas mantas de ganchillo y unos sacos de dormir. Tuvo que comprar otros dos para hacer lo mismo con los refugiados. La colección nunca se acababa aunque la inversión era escasa ya que aprendió a regatear. Decidió hacer una exposición, mostrar que lo único que les faltaba a los muñecos era hablar y dar las gracias. Una forma de concienciar a través de una negra pero profunda mirada de plástico.


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(Categoría General)

LUMEN DE SEDA. - Por P.G.D.C.

Quizás no sepa quién soy.
Otra viene detrás de mí.
Ella, llama a Dios y le hace un hueco en su mesa.
Mira atrás cristalizando el árbol,
y la corteza se agranda a los muslos de la vida.
Magnéticas son las flores del perdón
donde vierte la arteria, en la sempiterna estirpe de Eva.

Tiras de tantas mujeres cada día,
que fecunda demasiadas muertes cada noche.
Abriendo su vientre al azote desgastado,
al génesis que la nombra se hizo lenguaje.
Mater amantísima, Mater entre las mater.

La tarde, perra vieja tras el cansado estigma
retorna inmóvil al desaliento de las rodillas.
La tarde, esa que cae como un viejo borracho,
pesa sobre la espalda inclinada a la tierra.
La mujer de seda de Anantapur,
¡No te quejes, no debes quejarte!
Otra viene detrás de ti, tan solo conoce
el mortífero olvido del infierno.



(Categoría La Rioja)

APUESTAS POR LA IGUALDAD. - Por Púa

Hola. Mi nombre es Púa. He decidido escribirles para hablar del tema tan manido que es la pobreza.

De pequeña, estar siempre en la calle y jugar era lo que más me gustaba. Aunque al ser tímida no atesoraba muchos amigos. Contemplar las estrellas por la noche y seguir su ruta fueron otras de mis aficiones. Lo de comer dos veces al día no lo llevaba muy bien, me quedaba con hambre a menudo. Tenía los abrazos de mis padres cuando estaba triste y me acurrucaba junto a mi hermana para sentir ese otro calor, humano. Mi vestuario era digno de un desfile de modelos donde compartía la ropa de otras personas, no les valía ya o se desprendieron de ella porque no les satisfacía. Paseaba por los campos repletos de flores en primavera, sin medir el tiempo. No teníamos televisión, libros o periódicos para estar al día. Pero sí me gustaba escuchar las historias de la gente de mi pueblo. Yo era casi feliz.

Ahora que soy adulta, me siento triste muchas veces. Nos bombardean con la falta de voluntad política, presión de las élites ricas y poderosas pero pienso que, sobre todo, deberíamos de incidir en acabar con la desigualdad, significaría una merma importante en cuanto a la pobreza de los países subdesarrollados. ¿Cómo conseguirlo? Por ejemplo: disminuyendo los sueldos excesivos; sin contaminar tanto para que uno de nuestros más preciados recursos, el agua potable, llegue a más personas. Y sobre todo, sin dejarnos llevar por el ansia de consumismo. No necesitamos tanto. Se puede vivir sin derrochar.

¿Qué les parece? Son medidas fáciles de conseguir si todos ponemos nuestro empeño, yo la primera. Un saludo.

Púa /2016

(Categoría La Rioja)